Praga, 21 sep (EFE).- El partido opositor y populista ANO, liderado por el ex primer ministro Andrej Babis, ha sido el claro vencedor de las elecciones regionales celebradas este viernes y sábado en la República Checa, según el resultado del escrutinio del 97 % de los votos publicado por la Oficina de Estadísticas checa.
En las trece regiones en liza, la Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO) venció en diez demarcaciones, y en seis de éstas con apoyos cercanos o superiores al 40%, lo que va a modificar la composición de los gobiernos regionales en los próximos cuatro años.
La caída de la participación en las urnas hasta el 33 %, desde el 38 % registrado hace cuatro años, es en parte atribuida a la difícil situación que aún vive la población en las zonas golpeadas por la borrasca Boris, con graves riadas que han dejado cinco muertos y grandes pérdidas materiales en el norte del país.
Aunque los populistas de Babis también habían ganado en los pasados comicios, sólo lograron gobernar en tres regiones debido a las alianzas postelectorales que forjaron sus rivales.
Pero ahora pueden doblar el número de feudos e incluso encontrar aliados para lograr un mayor reparto de poder regional.
Babis ha calado con su promesa de dar marcha atrás con algunas medidas impopulares adoptadas por el actual Gobierno, como la subida de la edad de jubilación.
La campaña estuvo centrada en las preocupaciones por el fuerte encarecimiento de la vida y las incertidumbres sobre la evolución de la economía, asuntos que han eclipsado el de la agresión rusa contra Ucrania.
La oposición ha criticado la masiva compra de armas para modernizar el ejército que ha decidido el Gobierno en línea con las recomendaciones de la OTAN, y los beneficios de las energéticas.
Los Gobiernos regionales tienen competencia en diversos ámbitos, como la educación, sanidad, transportes, servicios sociales y desarrollo regional, y cuentan con presupuestos importantes para esa gestión.
A los comentaristas ha sorprendido la victoria de la formación de Babis en Bohemia central, una demarcación que ha estado a menudo en manos del movimiento de alcaldes STAN, la formación liberal que forma parte del Ejecutivo de coalición encabezado por el conservador Petr Fiala.
El Partido Pirata, la formación progresista de un Ejecutivo de corte liberal conservador, ha sufrido una debacle en las urnas, lo que ha llevado a su líder, Ivan Bartos, ministro de Desarrollo Regional, a poner el cargo en el partido a disposición de sus miembros.
Ha habido también elecciones al Senado, donde se renovaban 27 de los 81 escaños de la cámara alta, y que requerirán una segunda vuelta, la semana que viene, para decidir entre los dos candidatos más votados.
Sólo un senador, el independiente Pavel Fischer, propuesto por la formación liberal gubernamental TOP09, ha logrado revalidar por otros seis años su escaño. EFE
gm/wr/pddp
(foto)