Murcia, 18 sep (EFE).- La Capitanía Marítima de Cartagena ha abierto un expediente sancionador y ha impuesto una garantía de 20.000 euros al yate ‘Grace Kelly’, de matrícula George Town y 28 metros de eslora, que el pasado 15 de septiembre se saltó el dispositivo de separación de tráfico de Cabo de Palos, navegando contra el tráfico marítimo e incumpliendo las normas previstas en el Reglamento Internacional para prevenir los abordajes en la mar.
La Delegación del gobierno en Murcia informa de que el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Cartagena detectó el incumplimiento y trató de ponerse en contacto con la embarcación de forma reiterada, tanto empleando el canal 16 de VHF, como por comunicaciones vía satélite, pero desde el yate se incumplió con la obligación legal de mantener escucha en los canales de comunicaciones previstos para los procedimientos de radiocomunicaciones.
El yate, que permanecerá retenido hasta que proceda al pago de la fianza, tampoco hizo caso a los correos electrónicos enviados para que se pusiesen en contacto con la Capitanía Marítima de Cartagena y a las llamadas de telefonía móvil.
El yate se dirigió a Formentera, donde fondeó y, en contacto con la Capitanía Marítima de Ibiza, el capitán marítimo de Cartagena acordó la adopción de medidas de carácter provisional e inició un expediente sancionador.
Finalmente, el capitán marítimo de Ibiza, con el auxilio del servicio marítimo de la guardia civil, procedió al traslado de la embarcación desde Formentera, donde se encontraba fondeada, y llevó a cabo su posterior inmovilización en el puerto de Ibiza, notificando a su armador/patrón las medidas cautelares adoptadas para garantizar las responsabilidades que se deriven de los hechos y del procedimiento sancionador en curso, entre las que se incluye una fianza de 20.000 euros que deberán ser depositados como garantía en la Caja General de Depósitos del Ministerio de Hacienda.
Muchos propietarios de embarcaciones optan por registrar su yate en lugares como las Islas Caimán para evitar onerosos impuestos y regulaciones marítimas, según expertos en náutica. EFE
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