Tijuana BC.- Baja California no está adaptada para contar con plantas desalinizadoras, ya que dicha fuente de agua es cuatro veces más cara y altamente contaminante, señaló el Investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), Alfonso Andrés Cortez Lara.
Consideró que la vía para aprovechar el vital líquido y aguas residuales tratadas está en apoyarse en fuentes de suministro y reúso tradicionales como plantas de tratamiento por las tecnologías que se disponen en la entidad.
Externó que aunque hay países que utilizan plantas desalinizadoras para reutilizar el agua, estas cuentan con la organización, regulación de acuíferos y ya habrían agotado la tecnología de agua residual suficiente.
Lugares en el Medio Oriente, con esas medidas, pudieron desarrollar tecnología para desalinización, nosotros no somos como ellos y por eso nos cuesta tanto, esas fuentes son cuatro veces más caras y altamente contaminantes”
Recalcó.
Decisiones del agua
Cortez Lara afirmó que como región se tiene que “adaptar lo que es adaptable” en la toma de decisiones del agua, así como involucrar a todos los actores sociales, académicas y servidores públicos para trazar una dirección en el reúso del agua.
“Hay que buscar aprovechar al máximo esa agua residual tratada, seguramente en el futuro va a haber necesidad de hacer ajustes de porte institucional, normativo, ajustar las leyes para que se puedan usar esa agua en diferentes sectores”, agregó.
El investigador del Colef afirmó que para lograr cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la toma de decisiones no puede realizarse de manera unilateral, sino colectivamente hablando.
Planta de tratamiento
Actualmente, se está gestionando el proyecto de la planta de tratamiento de aguas negras que será construida por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en Playas de Rosarito, la cual tendrá un costo de 535 millones de pesos.
Aunado a esto, en diciembre del año pasado el Gobierno del Estado certificó como Bono Sostenible para Servicios Públicos del Agua o “Bono Verde” un monto de 3 mil millones de pesos para proyectos de infraestructura hídrica.